Síntomas: Son signos de sobredosis de este producto; confusión, excitación, nerviosismo, inquietud o irritabilidad no habituales, torpeza, taquicardia, alucinaciones, hipertensión, bradicardia, micción dolorosa o difícil, cefaleas, náuseas, vómitos, sequedad de boca o nariz, sofoco, enrojecimiento de la cara, crisis convulsivas, insomnio (estimulación del SNC), o somnolencia. Incidencia rara; mareos, taquicardia, anorexia, rash cutáneo, visión borrosa o cualquier cambio en la visión.
La complicación más grave de la sobredosis aguda de Paracetamol es una necrosis hepática dosis-dependiente, potencialmente fatal. La dosis mortal de Paracetamol es de 10 g aproximadamente; pero hay varias causas que pueden disminuir esta dosis (tratamiento concomitante con doxorrubicina o el alcoholismo crónico).
La ingesta accidental de dosis muy altas de dextrometorfano puede producir, sobre todo en los niños un estado de sopor letargo, alucinaciones, histeria, edema facial, excitabilidad, náuseas, vómitos, midriasis, o alteraciones en la forma de andar.
Una complicación grave por sobredosis con Doxilamina es la rabdomiólisis, con el subsecuente fallo renal. El pronostico depende de la toxicidad farmacológica subyacente, que puede contribuir a la mortabilidad notificada de aproximadamente el 5% observada en casos graves de rabdomiólisis. Sin embrago, la mayoría de los casos son leves. Si no existe ninguna otra complicación subyacente, la insuficiencia renal aguda de la rabdomiólisis es reversible y tiene un pronóstico excelente, aunque la recuperación puede ser lenta.
Tratamiento: El tratamiento es sintomático y de mantenimiento, con la posible utilización de:
Inducción de la emesis.
Lavado gástrico.
Vasopresores para tratar la hipotensión.
En caso de depresión respiratoria, por intoxicación con dextrometorfano, se debe administrar naloxona y asistencia respiratoria. Si se producen convulsiones, administrar benzodiazepinas por vía intravenosa o rectal, en función de la edad.
La sobredosis con Paracetamol debe tratarse con N-acetilcisteína por vía intravenosa sin esperar a que aparezcan los síntomas, pues la necrosis hepática es irreversible.
En caso de sobredosis recurrir al Centro Nacional de Toxicología en Emergencias médicas.