Los signos de sobredosificación se manifiestan con confusión, excitabilidad, inquietud, nerviosismo o irritabilidad.
La ingestión accidental de dosis muy altas puede producir en los niños un estado de sopo o letargo, hipertensión o hipotensión, midriasis, agitación, vértigo, taquipnea, daño cerebral, ataxia, convulsiones, depresión respiratoria, pérdida de conciencia, arritmias y muerte.
A pesar de que la absorción de benzocaína es muy escasa, en caso de absorción sistémica excesiva, los síntomas son estimulación del SNC, depresión del sistema cardiovascular, aumento de sudoración, presión arterial baja o latidos lentos o irregulares.
La sobredosis aguda de benzocaína puede conducir a la metahemoglobina, una enfermedad rara, pero grave, que resulta de una disminución de la cantidad de oxigeno en la sangre. Los síntomas pueden incluir piel pálida, gris o azul los labios y recubrimientos de uñas, dificultad para respirar, fatiga, confusión, dolor de cabeza, aturdimiento y frecuencia cardiaca rápida. En los casos más graves puede causar muerte.
En caso de sobredosis o ingesta accidental, consultar al Servicio de Toxicología del Hospital de EMERGENCIAS MEDICAS Tel.: 220 418.