Tratamiento de la esquizofrenia y del trastorno bipolar (DSM IV). Trastorno Bipolar: Depresión. Manía. Mantenimiento. Prevención de recurrencia de episodios maniacos o depresivos en pacientes con trastornos bipolar que previamente hayan respondido al tratamiento con quetiapina. Tratamiento de los episodios agudos maníacos o mixtos asociados con el Trastorno Bipolar I, como monoterapia o adyuvante del tratamiento con litio o divalproato de sodio. (DSM IV).
Contraindicaciones:
Hipersensibilidad conocida a cualquiera de los componentes del producto.
Reacciones Adversas:
En estudios clínicos controlados en pacientes con depresión bipolar, 12,3% y 19% de los pacientes tratados respectivamente con 300 mg y 600 mg de quetiapina y 5,2% del grupo placebo discontinuó el tratamiento debido a reacciones adversas. En estudios clínicos controlados de corta duración en pacientes con manía bipolar aguda, las reacciones adversas asociadas con la discontinuación del tratamiento afectaron al 5,7% de los pacientes tratados con quetiapina como monoterapia (vs. 5,1% del grupo placebo) y al 3,6% de los pacientes tratados con quetiapina como tratamiento adyuvante (vs. 5,9% del grupo placebo). En estudios clínicos controlados en pacientes esquizofrénicos, en general, se observó una ligera diferencia en la incidencia de discontinuación debido a reacciones adversas (4% para quetiapina vs. 3% para placebo). Las reacciones adversas asociadas con la discontinuación del tratamiento considerado relacionadas con la droga fueron: somnolencia e hipotensión. Con incidencia 1% e independientemente de la indicación se han reportado: Cardiovasculares: Taquicardia, hipotensión postural, palpitaciones. Gastrointestinales: Sequedad bucal, constipación, vómitos, dispepsia, gastroenteritis, incremento de la gamma-GT, anorexia. Metabólicos y nutricionales: Incremento del peso, incremento de la SGPT, incremento de la SGOT, edema periférico, incremento del apetito. Nerviosos: Agitación, somnolencia, mareos, ansiedad, hipertonía, disartria, temblor, sedación, letargo. Respiratorios: Faringitis, rinitis, incremento de la tos, disnea, congestión nasal. Dermatológicos: Rash, sudoración. Sensoriales: Ambliopía, sequedad bucal. Hematológicos: Leucopenia. Hipotiroidismo: En estudios clínicos con quetiapina se demostraron disminuciones relacionadas con la dosis en los niveles de hormona tiroidea (hasta 20%). En casi todos los casos, el cese del tratamiento con quetiapina se asoció con una reversión de los efectos sobre T4 total y libre, independientemente de la duración del tratamiento. El mecanismo por el cual la quetiapina actúa sobre el eje tiroideo no está claro. Si hubiera un efecto sobre el eje hipotalámico-pituitario, la medición de TSH sola puede no reflejar con precisión el estado de la tiroides de un paciente. Por lo tanto, deben medirse tanto la TSH como la T4 libre, además de la evaluación clínica, al inicio y durante el seguimiento del tratamiento. Hiperglucemia y diabetes mellitus: Se han informado casos de hiperglucemia, en algunos casos extrema y asociada a cetoacidosis o coma hiperosmolar o muerte, en pacientes tratados con antipsicóticos atípicos, incluyendo quetiapina. Los pacientes con un diagnóstico establecido de diabetes mellitus que están comenzando el tratamiento con antipsicóticos atípicos, deben ser monitoreados de forma regular para detectar un empeoramiento en el control de la glucemia. Los pacientes con factores de riesgo para diabetes mellitus (por ej., obesidad, antecedentes familiares de diabetes) que están empezando el tratamiento con antipsicóticos atípicos deben someterse a un análisis de glucemia en ayunas al comienzo del tratamiento y de forma periódica durante el mismo. Todo paciente tratado con antipsicóticos atípicos debe ser monitoreado para detectar síntomas de hiperglucemia incluyendo polidipsia, poliuria, polifagia, y debilidad. Otros: Cefalea, dolor, astenia, dolor abdominal, dolor de espalda, fiebre, síndrome gripal, fatiga.