En los casos de pacientes que presentan reacciones alérgicas o síntomas de ulcera péptica o sangrado gastrointestinal, se recomienda suspender el tratamiento. Los pacientes en tratamiento con AINEs pueden presentar ulcera, sangrado y perforación gastrointestinal. La administración de esta droga en dosis elevadas puede producir alteraciones de la acomodación, por lo tanto, utilizar con precaución y evitar conducir vehículos u operar maquinas peligrosas, hasta lograr la normalización de la visión. Puede inhibir la sudoración y aumentar la temperatura corporal, administrar con precaución en pacientes con fiebre o en ambientes de temperatura elevada. Administrar con precaución en pacientes con predisposición a la obstrucción intestinal o urticaria. Los anticolinérgicos pueden aumentar la frecuencia y la conducción cardiaca, por lo que se recomienda administrarlos con precaución a pacientes con tirotoxicosis, insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial, cardiopatía isquémica y estenosis mitral. Relaja el esfínter esofágico inferior, por lo que debe evitarse en casos de reflujo gastroesofágico o hernia hiatal. Los pacientes ancianos con antecedentes de ulcera péptica, alcoholismo, tabaquismo son más sensibles a los anticolinérgicos y a los AINEs y tiene mayor riesgo de reacciones adversas (acidez, gastritis, retención urinaria, estreñimiento, sequedad bucal, etc.). Se recomienda administrarlo con precaución por el riesgo de glaucoma no diagnosticado.
El uso del Clonixinato de lisina puede disminuir la fertilidad femenina y no se recomienda su uso en mujeres que intenten quedar embarazadas. En mujeres que tengan dificultad para concebir o que se encuentren en fase de investigación de infertilidad, se debe considerar la suspensión del tratamiento con Clonixinato de lisina.
Administrarlo con precaución en pacientes con antecedentes digestivos, de ulcera péptica gastroduodenal o gastritis. Aunque no se ha descripto caso alguno durante la administración de Clonixinato de lisina, es sabido que los antiinflamatorios no esteroides en general, inhiben la síntesis de prostaglandinas que promueven la irrigación renal. En enfermos cuya perfusión renal se encuentra disminuida, la administración de estos fármacos puede precipitar una descompensación de la función renal, generalmente reversible al interrumpir el tratamiento con el fármaco en cuestión. Particularmente susceptibles a esta complicación, son los pacientes deshidratados con insuficiencia cardiaca congestiva, cirrosis hepática, síndrome nefrótico u otras enfermedades renales evidentes, aquellos que reciben diuréticos, o bien los que han sido sometidos a intervenciones quirúrgicas mayores con hipovolemia subsiguiente. En estos enfermos se controlará el volumen de la diuresis y la función renal al iniciar el tratamiento.
Un efecto que puede observarse ocasionalmente durante la terapéutica con antiinflamatorios no esteroides, nunca referido durante el tratamiento con Clonixinato de lisina, es la elevación de los niveles plasmáticos de las transaminasas o de otros parámetros de la función hepática. En la materia de los casos el aumento sobre los niveles normales es pequeño y transitorio.