Caprimida D Forte - Caja de 30 Cápsulas

Prevención y tratamiento de estados carenciales de calcio que estén asociados a un déficit de vitamina. Coadyuvante en la reparación de fracturas óseas. Coadyuvante en el tratamiento de la osteoporosis de diversas etiologías: senil, inducida por corticosteroides o como consecuencia de una inmovilización.

Caprimida D Forte, dosis usual para adultos: 1 a 2 cápsulas al día. Este medicamento se debe administrar por vía oral con un vaso de agua, 1 a 1-1/2 hora después de las comidas. Tome las dosis a intervalos regulares.

Antecedentes de hipersensibilidad a los suplementos de calcio. Hipercalcemia, hipercalciuria, cálculos renales y sarcoidosis.

No administrar a niños menores de 12 años sin indicación médica. El uso de este medicamento durante el embarazo y la lactancia debe ser bajo prescripción médica. No exceder la dosis recomendada, salvo expresa indicación médica. Evitar el uso concomitante de otros suplementos de vitaminas y minerales. No tomar este medicamento antes de que hayan transcurrido 1 a 2 horas a partir de la ingestión de otros medicamentos o de un alimento con un alto contenido en fibra (ej., cereales de afrecho o productos con harina integral). Al tomar este medicamento no consumir grandes cantidades de alcohol, tabaco o bebidas con cafeína. Se debe tener precaución en aquellas personas con las siguientes patologías: enfermedad renal, deshidratación severa, diarrea crónica, síndrome de malabsorción, enfermedad cardíaca, enfermedad paratiroidea, niveles altos de calcio en la sangre y en la orina, niveles altos de vitamina D en la sangre.

Se han descrito interacciones con los siguientes medicamentos, entre otros: Tetraciclinas, barbitúricos, fenitoína, alcohol, cafeína, tabaco, verapamilo, estrógenos orales, anticonceptivos orales que contienen estrógenos, hidroclorotiazida, etidronato, fluoruro de sodio, antiácidos que contienen calcio y magnesio, medicamentos que contienen fosfatos.

Se recomienda discontinuar el uso de este producto y consultar inmediatamente al médico si se presentan algunos de los síntomas siguientes: Latidos cardíacos irregulares; náuseas; vómitos; disminución del apetito; sequedad de la boca; estreñimiento severo; debilidad; dolor de cabeza; sabor metálico; somnolencia; aumento de la sed; aumento inusual del volumen de orina o de la frecuencia urinaria; irritabilidad; confusión; depresión mental; presión arterial alta; aumento de la sensibilidad de la piel y ojos a la luz. Pueden ocurrir otros efectos adversos que normalmente no requieren atención médica, a menos que sean demasiado molestos o no desaparezcan durante el curso del tratamiento: Distensión abdominal; estreñimiento, flatulencia, náuseas y vómitos.