Las reacciones más comunes son las de hipersensibilidad. típicamente las más leves se manifiestan con síntomas cutáneos o de la mucosa (tales como prurito, ardor, enrojecimiento, urticaria, hinchazón), disnea y con menor frecuencia problemas gastrointestinales.
Pueden evolucionar a formas graves con urticaria generalizada, angioedema severo (puede involucrar hasta la laringe) broncoespasmo severo, arritmias cardiacas, caída de la presión sanguínea a veces precedida por un aumento de dicha presión sanguínea y shock circulatorio. En pacientes con síndrome de asma producida por analgésicos, estas reacciones aparecen típicamente como ataques de asma.
Otras reacciones cutáneas y de las mucosas más allá de las mencionadas, ocasionalmente pueden presentarse erupciones localizadas producidas por drogas, raramente puede aparecer rash, así como en casos aislados síndrome de Stevens-Johnson o síndrome de Lyell. La administración de dipirona e asocia con mayor riesgo de agranulocitosis. Entre los signos típicos se incluyen lesiones inflamatorias de las mucosas, dolor de garganta y fiebre.