Debidas al Acido Acetilsalicílico:
La mujer embarazada o que está amamantando, debe consultar con el médico antes de ingerirlo. Es muy importante no ingerir medicamentos que contengan Ácido Acetilsalicílico durante los últimos 3 meses de embarazo, a menos que esté específicamente indicado por el médico, dado que ello podría causar problemas en el feto a complicaciones durante el parto.
Población pediátrica no debe administrarse a los niños, en particular a los menores de 16 años y a los adolescentes que padecen enfermedades virales con o sin fiebre.
No debe ingerirse alcohol.
Pacientes mayores de 65 años.
Riesgo de hemorragia, ulceración y perforación del tracto digestivo alto.
Tratamiento concomitante con medicamentos que puedan aumentar el riesgo de hemorragias, especialmente digestivas altas, tales como corticoides, antinflamatorios no esteroideos, antidepresivos del tipo inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, antiagregantes plaquetarios, anticoagulantes.
El Ácido Acetilsalicílico puede producir broncoespasmo y producir ataques de asma.
Debe evitarse la administración del Ácido Acetilsalicílico antes o después de una extracción dental o intervención quirúrgica. A dosis bajas el Ácido Acetilsalicílico reduce la excreción de ácido úrico.
Se recomienda precaución en pacientes asmáticos sensibles al ácido acetilsalicílico.
Debidas al Paracetamol:
El paracetamol se debe administrar con precaución, evitando tratamientos prolongados en pacientes con anemia, afecciones cardíacas y pulmonares.
En caso de que aparezcan molestias gastrointestinales, erupciones en la piel, dificultades respiratorias, vértigo, consultar con el médico.
Si padece asma, diabetes, hipertensión arterial no controlada, gota, hemofilia u otros problemas de coagulación sanguínea, o si está consumiendo sustancias o fármacos anticoagulantes consulte a su médico.
El uso prolongado de dosis altas puede producir daño renal y hepático.
Los pacientes que sufren de enfermedades renales deben consultar al médico antes de tomar Paracetamol.
Debido a la hepatotoxicidad del Paracetamol, éste no debe ser tomado a dosis más elevadas o durante un período de tiempo mayor que los recomendados. Una sobredosis aguda o crónica puede llevar a una hepatotoxicidad seria.
La administración de dosis terapéuticas de Paracetamol puede producir un aumento de los niveles séricos de la alanina aminotransferasa (ALT)
En general, una administración continuada de Paracetamol, especialmente la administración de Paracetamol con otros analgésicos puede producir un daño renal permanente. Se debe evitar el uso concomitante con otros medicamentos que contenga Paracetamol.
La utilización de Paracetamol en pacientes que consumen habitualmente alcohol (tres o más medidas alcohólicas: cerveza, vino, licor) puede provocarles daño hepático.
Los alcohólicos crónicos, no se debe administrar más de 2 g/día de Paracetamol.
Debidas a la Cafeína:
Se recomienda precaución en los pacientes diabéticos, ya que la Cafeína puede elevar los niveles de glucosa en sangre.
Los pacientes sensibles a otras xantinas (Aminofilina, Teofilina) también pueden ser sensibles a la Cafeína.
En pacientes con insuficiencia hepática, se deberá realizar un ajuste de la posología, ya que la Cafeína se metaboliza fundamentalmente en el higado.
En pacientes con historial de isquemia miocárdica.
En pacientes con hiperfunción tiroidea y en aquellos con historia previa de arritmias cardiacas, úlcera péptica o gastritis, la Cafeína debe ser administrada con precaución.