Este producto se debe administrar con restricción en pacientes con antecedentes de insuficiencia hepática, renal y cardiaca, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, gastritis, ulcera péptica, hemorragia gastrointestinal.
Embarazo: Datos de estudios epidemiológicos sugieren un riesgo aumentando de aborto espontaneo o malformaciones cardiacas y gastrosquisis tras el uso de un inhibidor de las síntesis de prostaglandinas en las etapas iniciales del embarazo. Se cree que el riesgo incrementa con la dosis y la duración del tratamiento. En animales, la administración de un inhibidor de la síntesis de prostaglandinas ha demostrado resultar en un incremento de pérdidas pre y post implantación y letalidad embriofetal. Durante el primer y el segundo trimestre del embarazo, no debe administrarse Meloxicam, a menos que sea absolutamente necesario. Durante el tercer trimestre de embarazo, todos los inhibidores de la síntesis de prostaglandinas pueden exponer al feto a toxicidad cardiopulmonar (con cierre prematuro del ductus arteriosus e hipertensión pulmonar), y a una disfunción renal que puede progresar a insuficiencia renal con oligo-hidroamniosis. Además, pueden producir al final del embarazo, una prolongación del tiempo de sangría (efecto antiagregante que puede ocurrir incluso a dosis muy bajas), y una inhibición de las contracciones uterinas, que puede producir retraso o prolongación del parto. En consecuencia, Meloxicam está contraindicado durante el tercer trimestre del embarazo.
Lactancia: Aunque no existe experiencia específica para Meloxicam, conocido que los AINEs pasan a la leche materna. Por tanto, su administración no esta recomendada en mujeres en fase de lactancia.
Este producto se debe administrar con restricción en pacientes con antecedentes de insuficiencia hepática, renal y cardiaca, hipertensión, enfermedades cerebrovasculares, gastritis, ulcera péptica, y hemorragia gastrointestinal.