Indicaciones:
Tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños a partir de los 6 años de edad, como parte de un programa integral que incluye medidas sociales, educacionales y psicológicas.
Posología:
Vía de administración oral. Este medicamento se administra 2 veces al día, con un intervalo de al menos 4 horas entre ambas dosis. Dosis habitual en niños mayores de 6 años de edad: La dosis debe ser individualizada de acuerdo a las necesidades y respuestas del paciente. Pacientes que no han sido tratados anteriormente con metilfenidato: La dosis inicial recomendada en pacientes que no están tomando metilfenidato racémico, o en pacientes que están usando otros estimulantes es de 5 mg/día (2,5 mg 2 veces al día). La dosis puede ser ajustada en incrementos de 2,5 a 5 mg hasta un máximo de 20 mg/día (10 mg 2 veces al día). En general, los ajustes de dosis pueden ser realizados aproximadamente a intervalos semanales. Pacientes que están usando metilfenidato: La dosis inicial recomendada es la mitad de la dosis del metilfenidato racémico. La dosis máxima recomendada es 20 mg/día (10 mg 2 veces al día). Tratamiento de mantenimiento: El médico determinará la duración del tratamiento para cada paciente en forma individual, con periodos sin medicación, para establecer el comportamiento del paciente sin farmacoterapia, especialmente luego de tratamientos prolongados o en dosis altas. En estos casos, se debe suspender el tratamiento en forma gradual, para evitar la aparición de síntomas de abstinencia. Reducción de la dosis e interrupción del tratamiento: Si se observa un empeoramiento paradójico de los síntomas u otros eventos adversos, se debe reducir la dosis o, si es necesario, suspender la administración del fármaco.
Contraindicaciones:
Hipersensibilidad conocida al dexmetilfenidato, metilfenidato o a otros componentes de la formulación. Ansiedad, tensión y agitación marcadas. Glaucoma. Antecedentes familiares, o diagnóstico de síndrome de Tourette o con tics motores. Hipertiroidismo. Angina de pecho grave. Arritmias cardiacas. Hipertensión grave. Depresión grave, anorexia nerviosa, síntomas psicóticos o tendencia suicida. Antecedentes de dependencia a drogas o alcoholismo. Tratamiento con IMAOs. Feocromocitoma.