Paracetamol: La sobredosis aguda de paracetamol, dependiendo de la dosis, incluye: necrosis hepática potencialmente fatal, necrosis tubular renal, coma hipoglucémico, trombocitopenia. En adultos la toxicidad hepática ha sido reportada
muy raras veces con sobredosis agudas de menos de 10 gramos. Ocasionalmente se han reportado muertes con sobredosis agudas de 15 gramos de paracetamol. Es importante mencionar que los niños pequeños parecen ser más resistentes que los adultos al efecto hepatotóxico de la sobredosis de paracetamol, con todo, las medidas a seguir deben ser iniciadas en cualquier paciente, niño o adulto, en el que se sospeche la ingestión de sobredosis de paracetamol. La sintomatología inicial que sigue a una sobredosis potencialmente hepatotóxica puede incluir: náusea, vómito, diaforesis y mal estado general. La evidencia clínica y del laboratorio de la toxicidad hepática puede no manifestarse sino hasta las 48-72 horas posteriores a la ingestión.
Tratamiento: El estómago debe vaciarse lo más pronto posible por medio de lavado o inducción de emesis con jarabe de ipecacuana. En general, las estimaciones del paciente acerca de la cantidad ingerida de paracetamol no son confiables, por lo que es conveniente practicar un ensayo de paracetamol sérico lo antes posible, pero no antes de 4 horas después de la ingestión. Se deberá monitorear la función hepática inicialmente y repetir cada 24 horas. El antídoto para la intoxicación aguda por paracetamol es la N-acetilcisteína, la cual deberá administrarse tan pronto como sea posible, de preferencia dentro de las 16 primeras horas a partir de la sobredosis para obtener los mejores resultados. La N-acetilcisteína se administra por via oral en una dosis de carga de 140 mg/Kg seguida de 70 mg/Kg cada 4 horas. El tratamiento termina cuando los análisis de paracetamol plasmático indican bajo riesgo de hepatotoxicidad.
Clorfeniramina: La sobredosis de Clorfeniramina se presenta con síntomas anticolinérgicos: inestabilidad, somnolencia, sequedad de boca, nariz y faringe, enrojecimiento facial y dificultad respiratoria. El tratamiento es de sostén.
Pseudoefedrina: La sobredosis de pseudoefedrina puede producir taquipnea, dificultad respiratoria, alucinaciones, aumento de la presión arterial, extrasístoles y excitación.
El tratamiento es de sostén.
Dextrometorfano: En casos de sobredosis o ingestión accidental (sobre todo en niños) se han descrito casos de excitación, confusión, extrapiramidalismo y depresión respiratoria, incluyendo unos pocos casos fatales. La naloxona puede ser eficaz para revertir la toxicidad por dextrometorfano.
Ante la eventualidad de una sobredosificación, recurrir al Centro Nacional de Toxicología del Centro de Emergencias Médicas - Av. Gral. Santos y Teodoro S.
Mongelos - Asunción, teléfono 204 800.