Los episodios de vómitos o diarrea pueden reducir la eficacia anticonceptiva. Se aconseja utilizar un método adicional no hormonal, de barrera, como preservativo.
Las mujeres que toman anticonceptivos orales deben ser aconsejadas de abandonar el hábito del cigarrillo, por el aumento del riesgo de eventos adversos cardiovasculares.
El uso de anticonceptivos orales se asocia a un aumento de ciertas enfermedades como infarto de miocardio, accidente cardiovascular, tromboembolismo, trombosis venosa profunda, neoplasias hepáticas, enfermedades de vesícula biliar e hipertensión.
En pacientes con hipertensión, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, fumadoras, diabéticas, obesas y mujeres mayores de 35 años, sobre todo si tienen algún factor de riesgo cardiovascular, sería aconsejable no utilizar estos preparados, debido a que el riesgo de eventos serios (cardiovasculares) estaría aumentando en forma importante.
En las pacientes que reciben tratamiento con medicamentos que pueden aumentar el Potasio sérico (ECAs, antagonistas de Angiotensina II, diuréticos ahorradores de Potasio, Heparina, antagonistas de la Aldosterona, AINEs) deben ser chequeados los niveles de Potasio sérico durante el primer ciclo de tratamiento.
Se aconseja consultar al médico si recientemente tuvo un parto, un aborto o dejo de amamantar o si padece alguna enfermedad.
El uso de anticonceptivos orales se asocia a disminución en la producción de leche materna, si son administrados inmediatamente después del parto.
El tratamiento se interrumpirá ante la aparición de jaquecas o dolores de cabezas intensos y desconocidos hasta entonces, dolores y edemas desacostumbrados en los miembros inferiores, tos o dificultad para respirar, consultando al médico a la brevedad.