Se adaptará a criterio médico y al cuadro del paciente.
Como posología media de orientación se aconseja:
En diabetes no insulinodependiente: la dosis inicial recomendada es de 500 mg dos veces al día u 850 mg una vez día. Cuando se utiliza el comprimido de 500 mg la dosis puede ser ajustada con intervalos de una semana, de acuerdo al efecto sobre la glucemia. En los casos que se utilice el comprimido de 850 mg la dosis puede ser ajustada cada dos semanas. La dosis máxima admitida es de 3.000 mg por día. Se recomienda administrar con las comidas o después de ellas.
En diabetes insulinodependiente: se aconseja administrar en forma simultánea con insulina con el objeto de reducir la dosis de la misma, adaptando la dosificación de insulina diaria mediante la medición de glucemia capilar. Cuando la dosis diría de insulina es menor a 40 unidades, la dosis Metformina será de 500 mg a 850 mg dos veces al día y al mismo tiempo se reducirá de 2 a 4 unidades de insulina cada 2 días, según la evolución de la glucemia. Si la dosis de insulina es superior a 40 unidades por día se aconseja una mayor vigilancia sobre el paciente para realizar la asociación, administrando el medicamento a la dosis aconsejada. La dosis de insulina puede disminuir en un 30-50%.
Población pediátrica: en niños mayores de 10 años y adolescentes, se puede utilizar como terapia única o en combinación con insulina. La dosis inicial habitual es de 500 mg una a dos veces al día, administrado durante o después de las comidas.
La dosis máxima recomendada de Metformina es de 2000 mg diarios, repartidos en 2 0 3 tomas.
Población geriátrica: dado el potencial deterioro de la función renal en los pacientes de edad avanzada, la dosis de Metformina debe ajustarse según la función renal.
Así pues, es necesario realizar evaluaciones frecuentes de la función renal.