Dolor de estómago o abdominal; tos sanguinolenta; dolor de cabeza intenso o repentino; perdida repentina de la coordinación; perdida de la visión o cambios en la visión, dolor en el pecho, ingle o piernas, sensación de falta de aire, dificultad para hablar, debilidad adormecimiento o dolor de los brazos.
Cambios en el patrón de sangramiento menstrual o sangramiento intermenstrual.
Dolor de cabeza de tipo migrañoso, aumento de la presión arterial, infección vaginal, depresión mental, dolor de estómago, costado o abdomen.