Acción Terapéutica
Ha sido reconocida por tener un papel importante en mantener la estructura ósea en buenas condiciones. Los estudios de la vitamina D han demostrado que tiene importantes efectos en todo el cuerpo, incluyendo la regulación de las respuestas del sistema inmunológico, efectos directos anti-inflamatorios y también neuroprotectores.
Indicaciones
Está indicado para el tratamiento y/o profilaxis de la deficiencia de vitamina D, por falta de ingesta, por falta de exposición a la luz solar o por mala absorción intestinal de grasas.
La deficiencia de vitamina D puede dar lugar a raquitismo (en niños) u osteomalacia (reblandecimiento de los huesos en adultos). Maximum® D3 también está indicado como prevención y/o tratamiento de la osteoporosis en pacientes con ingesta inadecuada de calcio y/o vitamina D en los alimentos.
Posología
Debe ajustarse a cada caso de acuerdo al criterio de su médico.
Prevención del raquitismo en niños hasta 5 años: un frasco monodosis de MaximumD3 cada tres meses hasta el quinto año.
Profilaxis de la carencia vitamínica en el niño mayor y el adolescente: un frasco monodosis de Maximum D3 cada 3 meses.
Prevención de la carencia vitamínica en la mujer embarazada: un frasco monodosis de Maximum D3 en toma única del primero hasta el sexto mes de gestación.
Prevención de la carencia de vitamina D en el adulto y en personas de la tercera edad: un frasco monodosis de Maximum D3 cada 3 meses.
Tratamiento de la carencia de vitamina D en el adulto y personas de la tercera edad: uno o dos frascos monodosis de Maximum D3 por mes.
Contraindicaciones: Debe consultar con su médico si usted utiliza glucósidos cardíacos, debido a que la hipercalcemia resultante puede desencadenar arritmias cardíacas. Pacientes bajo terapia anticonvulsiva: estos pacientes pueden requerir suplementos de vitamina D para prevenir la osteomalacia.
Reacciones Adversas: Igual que cualquier otro producto farmacéutico, Maximum D3 (Colecalciferol) puede causar efectos no deseados. Infórmele a su médico si se producen las siguientes molestias:
Digestivas: náuseas, vómitos, sequedad de boca, aumento de la sed, estreñimiento constipación (más frecuente en niños), trastornos del gusto sabor metálico.
Neurológicas: ocasionalmente cefalea, somnolencia, irritabilidad, convulsiones.
Cardiovasculares: hipertensión arterial, arritmia cardíaca, hipercolesterolemia.
