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Hytone Betametasona Dexclofeniramina - 100mL.

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Hytone está recomendado para el tratamiento de casos difíciles de trastornos alérgicos e inflamatorios del: Aparato respiratorio Piel Ojos Es particularmente útil en enfermedades como: Asma bronquial crónica Rinitis alérgica estacional o perenne Prurito asociado con dermatosis alérgicas (eczema), dermatitis atópica, urticaria aguda y crónica Trastornos inflamatorios crónicos como: Conjuntivitis alérgica Queratitis Blefaritis marginal Iridociclitis Hytone controla las manifestaciones exudativas e inflamatorias de las enfermedades oculares, ayudando a preservar la integridad funcional del ojo, mientras permite el tratamiento etiológico ocular con terapia apropiada.

Forma farmacéutica: Jarabe 1 cucharadita equivale a 2.5 mL Adultos y niños mayores de 12 años: Dosis inicial recomendada: 1 cucharadita (2.5 mL) 4 veces al día, después de las comidas y antes de acostarse. En casos graves, esta dosis puede aumentarse hasta 8 cucharaditas diarias. A medida que se observe una mejoría, se debe reducir la posología hasta llegar a una dosis mínima de mantenimiento. Niños menores: En tratamientos prolongados (más de 2 semanas), deben hacerse descansos periódicos para obtener los mejores beneficios. Los pacientes pediátricos son especialmente sensibles. Por lo general, toleran bien como dosis máxima 2 cucharaditas al día (5 mL). En caso necesario, puede administrarse una dosis máxima diaria calculada como: (peso corporal ÷ 2) + 2 Ejemplo: Un niño que pesa 20 kg podrá recibir un máximo diario equivalente a (20 ÷ 2) + 2 = 12 mL

Hipersensibilidad conocida a cualquiera de los componentes de la fórmula. No debe administrarse a pacientes con glaucoma de ángulo cerrado, hipertrofia prostática, obstrucción pilórica o duodenal, estenosis urinaria, epilepsia, hipertiroidismo, hipertensión arterial grave, insuficiencia hepática o renal severa. Está contraindicado en embarazo y lactancia, salvo indicación médica estricta. La respuesta individual del paciente al tratamiento y la exposición del paciente a estrés emocional o físico, como infección grave, cirugía o lesiones. Puede ser necesario observar al paciente hasta un año después de finalización del tratamiento para apreciar la eliminación del tratamiento corticosteroide a dosis alta. Se debe ajustar la dosis más baja posible de corticosteroides para controlar la enfermedad en tratamiento. Se recomienda una reducción gradual de dosis. En niños El crecimiento y desarrollo de los niños que están bajo terapia prolongada con corticosteroides debe observarse cuidadosamente, ya que en ellos, la administración de corticosteroides puede entorpecer el crecimiento e inhibir la producción de corticosteroides endógenos. Los corticosteroides pueden ocultar algunos signos de infección y pueden permitir la aparición de nuevas infecciones durante su uso. Cuando se administran corticosteroides puede producirse una disminución de la resistencia inmunológica para localizar las infecciones. El empleo prolongado de corticosteroides puede producir cataratas subcapsulares posteriores (especialmente en niños), glaucoma con posible daño a los nervios ópticos y puede favorecer el establecimiento de infecciones oculares secundarias causadas por hongos o virus. Dosis masivas y elevadas de cortisona pueden causar aumento de la presión sanguínea, retención de sal y agua y aumento de la excreción de potasio (ver Reacciones Adversas). Estos efectos tienen menor probabilidad de ocurrir con un derivado sintético, excepto cuando se emplea en grandes dosis. Puede que haya que restringir la sal de la dieta y suplementar el potasio. Todos los corticosteroides aumentan la excreción de potasio. Los pacientes que estén en tratamiento con corticosteroides no deben vacunarse contra la viruela. No se deben realizar procedimientos de inmunización en pacientes que estén recibiendo corticosteroides, especialmente a dosis elevadas, debido a los posibles riesgos de complicaciones neurológicas y falta de respuesta inmunológica. Sin embargo, sí es posible realizar procedimientos activos siempre y cuando sea como medida sustitutiva. El tratamiento con corticosteroides durante actividad tuberculosa activa debe restringirse a aquellos casos de tuberculosis fulminante o diseminada, en los que el corticosteroide se utiliza junto con un régimen antituberculoso.

Betametasona Las reacciones adversas a este componente de Hytone son similares a las de otros corticosteroides y dependen de la dosis y duración del tratamiento. El uso tópico de betametasona en la combinación disminuye la probabilidad de efectos colaterales. Principales reacciones adversas: Retención de líquidos y electrolitos: Retención de sodio Pérdida de potasio Alcalosis hipopotasémica Retención de líquidos Insuficiencia cardíaca congestiva en pacientes susceptibles Hipertensión Trastornos músculo-esqueléticos: Mayor susceptibilidad a infecciones severas Supresión de signos y síntomas de infecciones oportunistas y latentes Trastornos endocrinos: Irregularidades menstruales Desarrollo del estado cushingoide Supresión del crecimiento intrauterino del feto o del niño Falta de respuesta corticosuprarrenal e hipofisaria en momentos de estrés (trauma, cirugía, enfermedad) Reducción de la tolerancia a carbohidratos Manifestaciones diabéticas latentes Aumento del requerimiento de insulina o hipoglucemiantes orales en diabéticos Trastornos oftálmicos: Cataratas subcapsulares posteriores Aumento de la presión intraocular Glaucoma Exoftalmia Trastornos psiquiátricos: Euforia Cambios de humor depresivos graves Manifestaciones psicóticas Alteraciones de la personalidad Dexclorfeniramina Maleato Los efectos secundarios observados son similares a los de los antihistamínicos convencionales (sedantes) y raramente causan toxicidad grave. Reacciones adversas más comunes: Sistema nervioso central: Sedación (somnolencia) Somnolencia leve a moderada, que puede desaparecer después de los primeros días de tratamiento

Betametasona El uso concomitante con Fenobarbital, Rifampicina, Difenilhidantoína, Efedrina y Colestiramina puede incrementar el metabolismo de los corticosteroides, disminuyendo su acción terapéutica. Los pacientes tratados con corticosteroides y estos fármacos deben ser monitorizados por el posible incremento de efectos del corticosteroide. Ketoconazol, Azitromicina y Claritromicina aumentan los efectos de la betametasona, lo que incrementa el riesgo de toxicidad. La administración simultánea de corticosteroides con diuréticos que aumentan la excreción de potasio puede provocar hipocalemia, con riesgo de arritmias cardíacas o toxicidad digital. Los corticosteroides pueden reducir las concentraciones sanguíneas de salicilato, ya que aumentan su excreción renal. El ácido acetilsalicílico debe usarse con precaución en pacientes hipoprotrombinémicos. La retirada brusca del salicilato puede causar intoxicación por salicilatos. El uso concomitante de corticosteroides con isoniazida podría inhibir la respuesta a este fármaco. Los estrógenos combinados, AINEs o glucocorticoides pueden aumentar la incidencia o gravedad de úlceras pépticas. El uso conjunto de corticosteroides sistémicos con insulina o antidiabéticos orales puede aumentar las necesidades de estos medicamentos. Si existe diabetes preexistente, esta puede agravarse durante el tratamiento. También pueden ser antagonizados por los efectos de los mineralocorticoides/antagonistas.

Dolor de cabeza Mareos Convulsiones Alucinaciones Síntomas gastrointestinales como: Náuseas Vómitos Diarrea Dosis letal media (DL50): Oral en ratones: aproximadamente 5 a 7.5 g/kg Tratamiento: Sintomático, incluyendo medidas generales de soporte Puede ser útil el lavado gástrico seguido de carbón activado para reducir la absorción del medicamento Se deben monitorear los signos vitales del paciente Realizar pruebas hematológicas frecuentes para evaluar el estado hematológico

Embarazo y Lactancia: No se debe utilizar durante el embarazo ni en mujeres en período de lactancia, a menos que el beneficio potencial justifique el riesgo para el feto o lactante Si se utiliza durante el embarazo o si la paciente queda embarazada mientras recibe este medicamento, se le debe advertir sobre los posibles riesgos para el feto Hipersensibilidad: No administrar a pacientes con hipersensibilidad conocida al principio activo o a cualquiera de los excipientes Pacientes con infecciones activas: No se recomienda el uso en pacientes con infecciones activas hasta que estas hayan sido controladas adecuadamente Pacientes con insuficiencia renal severa: Se recomienda ajustar la dosis debido al riesgo aumentado de toxicidad