Aunque está contraindicado en la insuficiencia cardíaca no controlada, puede utilizarse en pacientes compensados. Debe tenerse un especial cuidado en pacientes con una pobre reserva cardíaca. Puede aumentar el número y la duración de las crisis en pacientes con angina de Prinzmetal. Plenacor es un bloqueante adrenérgico beta selectivo; consecuentemente, puede considerarse su uso, pero con sumo cuidado en esta patología. Debido al efecto negativo sobre el tiempo de conducción, debe tenerse cuidado si se administra a pacientes con bloqueo cardíaco de primer grado. Por su acción farmacológica, reduce la frecuencia cardíaca; en raras ocasiones, cuando el paciente desarrolla síntomas que puedan ser atribuidos a dicho efecto, debe reducirse la dosis, y evaluar la respuesta. El tratamiento con Atenolol no debe, por lo general, discontinuarse en forma abrupta, sino en forma gradual, debido al riesgo de agravamiento de las afecciones para las cuales fue indicado.
Embarazo y Lactancia: Evidencia positiva de riesgo. El Atenolol se ubica en el grupo de fármacos para el cual se ha demostrado riesgo fetal. No obstante, los beneficios potenciales del uso del fármaco pueden superar al riesgo potencial, por ejemplo, en situaciones que amenazan la vida o enfermedades graves para las cuales no se pueden usar o no son efectivos otros fármacos más seguros. (Categoría D de la FDA). El Atenolol atraviesa la barrera placentaria. No se han efectuado estudios acerca de su uso en el primer trimestre del embarazo, pero no debe excluir- se la posibilidad de daño fetal. Si bien el Atenolol ha sido utilizado, bajo estricto control médico, para el tratamiento de la hipertensión en el tercer trimestre, su administración a mujeres embarazadas en el manejo de la hipertensión leve a moderada ha estado asociada con retar- do del crecimiento fetal intrauterino. El uso de Plenacor en mujeres embarazadas o que puedan quedar embarazadas, requiere que el beneficio sea cuidadosamente evaluado frente a los posibles riesgos, en particular, durante el primer y segundo trimestre. Se presenta una significativa acumulación de Atenolol en la leche materna; por lo tanto, debe tenerse un especial cuidado cuando se administra a mujeres que amamantan. Pediatría: No existe experiencia de uso pediátrico, en consecuencia, no debe ser utilizado en niños. Geriatría: En general la dosificación en pacientes de edad avanzada debe ser cautelosa, comenzando con dosis bajas. Particularmente se debe considerar la posibilidad de compromiso de la función renal, hepática o cardíaca, así como patologías y tratamientos concomitantes. La evaluación de pacientes con hipertensión o infarto de miocardio debe siempre incluir la valoración de la función renal.